viernes, marzo 28, 2008

...

Hace un rato me di cuenta de algo que me da mucha pena. Me da pena saber que no estoy ahí, me dio pena darme cuenta de que no sé que es de tí, de tu vida diaria, qué estás haciendo, cuál es tu proyecto, qué estás pintando, en qué andas. Y no sé si es culpa mía o culpa tuya, porque yo cada vez que te hablo trato de contarte hasta el más mínimo detalle de mis monótonos días, pero no escucho nada de los tuyos. Me siento lejos, lejos de tí y de todo lo que te rodea. Hablamos por teléfono todos los días, pero si no te llamo yo cuando ya se me hace tarde, entonces no hay llamada. Y sé que hay cosas que hacer, que estás cansado, que ahora tienes más trabajo que nunca.

Y que no siempre hay tiempo sólo para mí.



No hay comentarios.: