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No sé por qué siempre que te vas, me da más frío. No sé por qué siempre que te vas, como que la vida se apaga un poco, y las mismas cosas de siempre adquieren un tono algo más sombrío. No sé por qué cualquier canción me hace pensar en tí. No sé por qué todo lo que como siempre sabe mejor si lo como contigo. No sé por qué siento que mis hombros pesan más y más, a medida que te veo alejarte de la entrada de mi casa. No sé por qué el no poder quedarme junto a tí hasta más tarde, hasta mucho más tarde, hace que se pierda un poco esa sensación de vacaciones que siento a partir de hoy. No sé si es idea mía, o en verdad la noche se oscurece un poco con cada paso que das en dirección opuesta a mí. Hasta sentarme al computador a instalar mis programas matemáticos es un poco más mecánico y lánguido si no estás sentado al lado mío. No sé por qué, pero aunque en este momento me sienta más dormida que despierta, no pegaría pestaña hasta mañana si estuviese contigo.

Porque Te Amo, y, aunque sólo te fuiste hace unos 15 minutos, ya siento ese vacío horrible que es echarte de menos...

Asfixiada...

Mis más sinceras disculpas por mi prolongada ausencia, pero es que entre las altísimas temperaturas, mis agotadoras clases de cálculo y algebra, y la obsesión de mi hermana por jugar todo el día a Los Sims, se me hace un poco complicado hacerme algo de tiempo para usar el pc. En todo caso la vida sigue como siempre, además, claro, de mis clases (que, según creo, no había mencionado aquí antes). La cosa es que ya llevo 3 semanas llendo todas las mañanas + 1 hora y media en las tardes a clases de cálculo y álgebra. Sencillamente porque soy una geek que se preocupa por su desempeño académico ahora que va a entrar a la universidad y que está dispuesta a sacrificar todo un mes de sus vacaciones por llegar bien preparada a primer año. Porque claro, es una gran ventaja llegar, por lo menos, habiendo visto una integral alguna vez en la vida. Claro que las clases han sido mucho más que eso, porque el profe está mentalizado a estrujarnos hasta la última gota de jugo que sea posible. Es decir que yo y mis 3 compañeros de curso (sí, somos 4 en el curso, go us!) nos pasamos toda la mañana derivando, graficando, integrando, analizando funciones y resolviendo ecuaciones e inecuaciones sin parar (bueno, tenemos un par de recreos, pero muchas veces nos quedamos adentro terminando los ejercicios, así que podría perfectamente decirse que es sin parar).

Bueno. Mejor dejo de pensar en mis clases, porque he estado toda la tarde con un maldito dolor de cabeza que no me deja en paz. Es horrible analizar una función cuando parece que te va a reventar un lado del cerebro. Mejor los dejo con una foto tomada por mí de la Pequeña Gigante, que fuí a ver con mi familia y mi novio al centro el sábado en la tarde. En verdad es alucinante ver cómo miles de personas paralizan la ciudad para ser espectadores de este espectáculo teatral tan mágico.

No me había tomado el tiempo para dar la noticia...

Claro, me paso todo el año quejándome de mi vida preuniversitaria en mi blog, y, cuando la vida preuniversitaria da sus frutos, no me doy el tiempo de publicitarlo. Pero procederé a corregirme.

¿Saben lo que eso significa?

¡¡¡QUE SÍ, SERÉ ASTRÓNOMA!!! Soñé tantos años con entrar allí, y hoy por fin es mi realidad. Por supuesto que ya estoy matriculada y con todo el papeleo listo...

...soy feliz!!! :) Ahora veo cuánto valió la pena el año maldito en el preuniversitario. Puede haber sido horrible a ratos, pero dio sus frutos. Allá arriba está demostrado. Allá arriba, y en todos los otros mails que les han llegado a mis compañeros de sus universidades; en todos los nombres aparecidos en la lista de los seleccionados. Ahora...

¡Al infinito y más allá!

Sudamerican roquers!

¡¡¡AHÍ ESTABA YO, MIERDA!!!

Sí, porque entre tanta música de afuera que uno se pone a escuchar de repente, está bueno recordar el rock y la música local. Y de repente el viernes en la noche se me ocurre que, en verdad, no me puedo perder La Cumbre del Rock Chileno. Partí el sabado tempranito, tapita de Capel en la mano a comprar las entradas; y tipo 5 p.m. partimos al Nacional. Y descubrí que cuando uno pasa 8 horas de pie (porque al final se extendió hasta la 1:30), y no solo de pie, sino que además saltando, gritando, chillando y aplaudiendo, los pies duelen bastante, y no hablar de mis rodillas, que las sentía como dos pelotas de volley. Pero, realmente, adolorida como estoy ahora y todo, valió la pena. Valió la pena porque estando ahí mismo uno se da cuenta de lo que está celebrando, de que frente a tí pasó una parte de tu historia, frente a tí pasaron 38 bandas, sonando increíble, escribiendo una historia. Pasé desde De Saloon y Difuntos Correa (que tocaron el himno nacional, rock style) a Tiro de Gracia, Quique Neira, Sinergia, el bloque ochentero: Aparato Raro, Emociones Clandestinas, Valija Diplomática, Sexual Democracia... inolvidable Jorge González, tocando todas las canciones de Los Prisioneros, Los Bunkers, Lucybell... y al final, Los Jaivas, demasiado emocionante... hermoso. Para terminar, Chancho en Piedra, y por último Los Tres: increíble. Fueron una tarde y una noche increíbles, haciendo historia en el Nacional..!!

Mi parte favorita de estos días

Para mí el verano, más que ser sinónimo de carrete ilimitado (aunque igual algo de carrete está bien), es sinónimo de tardes completas tendida en mi cama, devorando y devorando libros. Sobretodo en estos días más solitarios, para mi no hay plenitud más grande que esa. Recuerdo hace un par de años atrás, pasar horas y horas devorándome todos los Harry Potter que me era posible. Hoy, el repertorio está bastante más variado, pero la magia sigue siendo la misma.

• Poemas de amor, Oscar Hahn
• Macanudo 1, 2 y 3, Liniers
• Demian, Herman Hesse
• Orgullo y prejuicio, Jane Austin
• Cuentos completos 1, Julio Cortázar
• Sudokus (infiltrado en la foto :P)
• Los libros malditos, Mar Rey Bueno
• El mar de las maravillas, Jaqueline Balcells
• El guardián entre el centeno, J.D. Salinger
• Querido profesor Einstein, Alice Calaprice
  
• Einstein relativamente fácil, Teodoro Gómez
  
• Ciencia y poesía, diálogos con Claudio Teitelboim

Acabo de darme cuenta de lo lánguida y aburrida que fue mi entrada de año nuevo. Pero entre que estaba agotada por el viaje, muerta de sueño, y adolorida por las quemaduras de sol, nada bueno podía salir. A propósito, hoy desperté mejor del "me duele todo". Lo que pasa es que la parte del cuerpo que más me quemé -y que, por ende, más me duele-, inexplicablemente, fueron las rodillas. Nunca me había pasado algo así. Creo que fue por ponerme de espaldas conlas piernas dobladas, entonces el sol les llegaba más directo. Pero igual es como raro. Anoche parecían dos tomates, mis pobres rodillas... ahora por lo menos ya no están tan rojas, y no arden tanto. Porque ayer caminar era desastrozo. Por lo menos ahora me quedó claro como NO debo ponerme la próxima vez que quiera tomar sol!

[ Kevin Johansen ♪ Sur o no sur ]

¡Feliz 2007!

Admito que una de las razones por las cuales dejé el obligado post de año nuevo para la vuelta de mi viaje a la playa, fue porque mi mamá siempre dice que los saludos y abrazos de año nuevo hay que darlos después, y no antes. Así que, como me fui el 31 y regresé hoy, acá estoy. Dándole a todo el mundo mis más cálidos saludos de año nuevo, esperando que el que ya llegó sea mucho mejor que el que se fue, que esté lleno de éxitos y experiencias, de esas que nos marcan ya sea para bien o para mal. Que sea un año muy vivido y disfrutado.

Yo esperé las 12 frente a la playa. Fue un año nuevo distinto, familiar, fuera de "nuestro ambiente", pero a su vez en un ambiente desconocido que resultó muy lindo... ¿qué mejor que año nuevo en la playa? Me sentí niña de nuevo, viendo los fuegos artificiales tan lindos, tan de cerca. Claro, la fiesta que hubo después en el hotel dejó bastante que desear, pero eso es lo de menos. Lo pasé muy bien, fue una experiencia bonita y distinta.

Espero que sea buen augurio para el 2007. Tengo que admitir que el 2006 tuvo cosas muy malas, pero también otras muy buenas, sin embargo creo que lo calificaría sólo como "decente". Fue un año más bien solo (esto sin contar a mi novio, por supuesto), difícil para mí ya que terminó siendo lo que menos me esperaba, y me costó mucho, demasiado hacerme la idea de que las cosas no siempre van a salir como las tengo planeadas, que a veces me voy a dar tropezones y voy a terminar donde nunca me imaginé.

Pero, dentro de todo lo duro y difícil que puede haber sido, hubo muchas luces que me ayudaron a sonreir y a seguir adelante. Ahí se encuentra, por supuesto, mi novio. Porque él me alegró cada día, porque fue mi fuerza cad avez que lo necesité, porque fue mi paz cada vez que me tenía en sus brazos. Estar cn él ha sido lejos lo mejor de este año. También otras personas con las que me he acercado más este año, no los voy a nombrar uno por uno, pero el que sabe, sabe. Los que hemos estado en contacto todo el año, aunque sea a través de visitas de vez en cuando o conversaciones por messenger.

Y además de la gente que tengo acá, hay otras personas que, indirectamente, y probablemente sin siquiera saber que existo, hicieron que este año no fuese tan oscuro. Y con eso me refiero a Liniers, que siempre me saca una sonrisa; a Kevin Johansen, que este año descubrí su música justo en el momento en que necesitaba algo así; Bright Eyes, Death Cab, y podría seguir nombrando todos esos artistas que me alegraron el año (y que sin duda seguirán alegrándome la vida). Ah, y mención honrosa para Lisandro Aristimuño, que llegué a conocer el último día del año y ya me enamoré de su música.

Bueno, me retiro a dormir, las quemaduras de sol me tienen loca. Espero que todos hayan pasado una muy linda noche de año nuevo, y como ya dije, los mejores deseos para todos en este 2007.