Sudamerican roquers!

¡¡¡AHÍ ESTABA YO, MIERDA!!!

Sí, porque entre tanta música de afuera que uno se pone a escuchar de repente, está bueno recordar el rock y la música local. Y de repente el viernes en la noche se me ocurre que, en verdad, no me puedo perder La Cumbre del Rock Chileno. Partí el sabado tempranito, tapita de Capel en la mano a comprar las entradas; y tipo 5 p.m. partimos al Nacional. Y descubrí que cuando uno pasa 8 horas de pie (porque al final se extendió hasta la 1:30), y no solo de pie, sino que además saltando, gritando, chillando y aplaudiendo, los pies duelen bastante, y no hablar de mis rodillas, que las sentía como dos pelotas de volley. Pero, realmente, adolorida como estoy ahora y todo, valió la pena. Valió la pena porque estando ahí mismo uno se da cuenta de lo que está celebrando, de que frente a tí pasó una parte de tu historia, frente a tí pasaron 38 bandas, sonando increíble, escribiendo una historia. Pasé desde De Saloon y Difuntos Correa (que tocaron el himno nacional, rock style) a Tiro de Gracia, Quique Neira, Sinergia, el bloque ochentero: Aparato Raro, Emociones Clandestinas, Valija Diplomática, Sexual Democracia... inolvidable Jorge González, tocando todas las canciones de Los Prisioneros, Los Bunkers, Lucybell... y al final, Los Jaivas, demasiado emocionante... hermoso. Para terminar, Chancho en Piedra, y por último Los Tres: increíble. Fueron una tarde y una noche increíbles, haciendo historia en el Nacional..!!