Ayer tuve la primera experiencia casi-robo de mi vida. Y sí, la primera porque he tenido suerte en ese aspecto, y casi porque en verdad no fue por suerte que aún tengo a mi iPod junto a mí, fué por un cuevazo de esos que no se repiten otra vez en la vida.
Cuando ando por la calle, y en especial en la micro, tengo extrema precaución de no sacar el iPod de mi bolsillo o mi bolso, con el motivo obvio de no llamar la atención de algún potencial ladrón. Pero ayer yo figuraba en la 501, camino a la casa de mi novio, y cometí el error de esperar hasta estar sentada en la micro para encender el iPod. Error digo, porque ese fue el momento en que el niño (no tendría más de 15 años) se cambió de asiento, de la ventana frente a la mía, al asiento detrás del mío, pero al pasillo. Claro que en ese momento no lo noté, sencillamente lo ignoré. Bueno, la cosa es que, como siempre, guardé el iPod en mi bolsillo. Más o menos a la mitad del viaje, hice algo que normalmente evito, o sea, sacar el iPod para revisar la canción, o el volúmen, en verdad no me acuerdo. La cosa es que, por iluminación divina, decidí tomar mi iPod desde arriba, es decir, no en la típica posición para deslizar el pulgar por la clickwheel (es decir, como uno toma el celular para marcar), sino con los dedos por arriba. Y digo iluminación divina, porque ese fue el momento en que la micro se detuvo, este niño se puso de pie como para bajarse, pero antes de darse vuelta, ZAS! Me agarra la mano. No puedo describir el alivio que sentí al sentir su mano deslizándose sobre la mía, porque creo que ni siquiera llegó a tocar a Obi-Wan (seh, tiene nombre :P) antes de bajar corriendo. Después de un par de segundos de impresión, me dí cuenta de lo estúpida que había sido al andar con el Obi-Wan así por la vida. Claro, no está en mi manera de ser sospechar de quien sea que vaya detrás mío en una micro, pero tuve la suerte de que me servirá como lección. Porque en verdad no me recupero del golpazo que me dio la suerte en ese momento. Y tampoco puedo negar que, por un segundó, me sonreí de la frustración que debe haber sentido el lolo este, al sentir que su mano se deslizaba vacía... MWHAHAHAHA! Pero fue un segundo no más. No vaya a ser que, en vez de la suerte, me llegue un golpe de bad karma...
Seeh, es raro como uno se encariña tanto con esos pequeños gadgets estilosos...
A propósito, voy a sacar el "Now playing" de la barra de mi blog, porque me dí cuenta de que cuando mis hermanas escuchan su música, también aparece como si lo escuchara yo :P
Cuando ando por la calle, y en especial en la micro, tengo extrema precaución de no sacar el iPod de mi bolsillo o mi bolso, con el motivo obvio de no llamar la atención de algún potencial ladrón. Pero ayer yo figuraba en la 501, camino a la casa de mi novio, y cometí el error de esperar hasta estar sentada en la micro para encender el iPod. Error digo, porque ese fue el momento en que el niño (no tendría más de 15 años) se cambió de asiento, de la ventana frente a la mía, al asiento detrás del mío, pero al pasillo. Claro que en ese momento no lo noté, sencillamente lo ignoré. Bueno, la cosa es que, como siempre, guardé el iPod en mi bolsillo. Más o menos a la mitad del viaje, hice algo que normalmente evito, o sea, sacar el iPod para revisar la canción, o el volúmen, en verdad no me acuerdo. La cosa es que, por iluminación divina, decidí tomar mi iPod desde arriba, es decir, no en la típica posición para deslizar el pulgar por la clickwheel (es decir, como uno toma el celular para marcar), sino con los dedos por arriba. Y digo iluminación divina, porque ese fue el momento en que la micro se detuvo, este niño se puso de pie como para bajarse, pero antes de darse vuelta, ZAS! Me agarra la mano. No puedo describir el alivio que sentí al sentir su mano deslizándose sobre la mía, porque creo que ni siquiera llegó a tocar a Obi-Wan (seh, tiene nombre :P) antes de bajar corriendo. Después de un par de segundos de impresión, me dí cuenta de lo estúpida que había sido al andar con el Obi-Wan así por la vida. Claro, no está en mi manera de ser sospechar de quien sea que vaya detrás mío en una micro, pero tuve la suerte de que me servirá como lección. Porque en verdad no me recupero del golpazo que me dio la suerte en ese momento. Y tampoco puedo negar que, por un segundó, me sonreí de la frustración que debe haber sentido el lolo este, al sentir que su mano se deslizaba vacía... MWHAHAHAHA! Pero fue un segundo no más. No vaya a ser que, en vez de la suerte, me llegue un golpe de bad karma...
Seeh, es raro como uno se encariña tanto con esos pequeños gadgets estilosos...
A propósito, voy a sacar el "Now playing" de la barra de mi blog, porque me dí cuenta de que cuando mis hermanas escuchan su música, también aparece como si lo escuchara yo :P
[ Elvis Presley ♪ Little sister ]
