viernes, noviembre 21, 2008

Martes

En media tarde recorrimos medio centro de Santiago, tomados de la mano aunque nos hiciera transpirar. En cada esquina nos quedamos demasiado ocupados, mirándonos, y nos demorábamos en cruzar. Nos reímos de nuestra mala suerte al no poder visitar a Velasquez, caminamos por la sombra sin un rumbo muy certero, pero yo sé que de tu mano nunca me voy a perder. Un dulce helado que se derrite, una despedida y el amargo regreso a la realidad.

Yo llevo tu sonrisa como bandera...

lunes, noviembre 17, 2008

Contando cuentos

Llevo no sé cuántos días acostándome a la hora del ñafle, debido primero a cervezas, segundo a conversaciones de mujeres, tercero a discusiones sobre vacas arriba de techos, y cuarto al tamaño que deberían tener los ojos de un caracol para ver como un humano. No me quejo, de hecho estos días con esa brisa de academicismos acabándose me trae una creatividad que ya me hubiese gustado tener para la pregunta 1 del control 3 de Mecánica.

¿Hay algo más terapéutico que crear?
Lo dudo. Es verdad que hace un tiempo no escribo cosas buenas acá, pero por mis libretas han aparecido un par de cuentos bastante decentes, algunos prospectos de tatuaje e incluso hoy hice mi primer autoretrato; y espero también pronto empezar -nuevamente- a tratar de pintar. Lo que es ayer, me pasé toda la tarde rodeada de un aroma exquisito, viendo cómo de mis manos salían flores que iban a dar a mi pelo. Y yo, con la sonrisa de oreja a oreja porque falta nada para poder disfrutar del sol de la tarde en mi pieza, sin una preocupación, sólo creando, leyendo, escribiendo, haciendo. Sin números ni sistemas de coordenadas, por un tiempo.

Y para disfrutarte a tí, por supuesto.