viernes, diciembre 22, 2006

hot sick.

Mientras yo figuro sentada aquí, mi novio figura 3390 kms más al norte. Claro que no me ha dejado sola, me ha dejado acompañada de sus tres Macanudos, sus poemas de Oscar Hahn, y un pañuelo embedunado (tal vez demasiado embedunado) de su perfume, que cada vez que acerco a mi cara es como estar abrazada a él, oliendo su cuello. Creo que es la primera vez en mi vida en que no quiero abrir un Macanudo, no sé, anoche sentía que si abría un Macanudo, en vez de sonreir con la obra de Liniers, se me caerían las lágrimas. Todavía están ahí, apilados en mi velador, junto con los poemas y el pañuelo (así cada vez que me echo en mi cama siento el aroma). Tal vez hoy sí pueda abrir un Macanudo...

Hoy me he sentido mal casi todo el día. Claro que en este caso no ha tenido nada que ver con su ausencia, sino que... no sé. Ando tan débil que cuando volví de acompañar a mi mamá del supermercado, lo único que pude hacer fue echarme en mi cama, pedirle a mi hermana que por favor cerrara mis cortinas, y tratar de dormir. Era la tercera vez en el día que me echaba en la cama para dormir (además del sueño nocturno, por supuesto). No sé si será una mezcla de mi baja de presión por SPM y el calor infernal que ha hecho hoy... aunque creo que sí, porque ahora que la temperatura bajó y está refrescando, me siento mucho mejor. O sea, todavía siento la cabeza como globo, pero por lo menos mis piernas ya no parecen gelatina al caminar...

Un día de estos subiré algún poema de los que más me gustan del libro. Ahora me voy a dejar unos regalitos al Hogar de Cristo..

No hay comentarios.: