martes, septiembre 12, 2006

Evocaciones

Hace un año exactamente, yo figuraba sentada en un avión, no estoy muy segura de sobrevolando qué; probablemente, el Atlántico. Ya casi se cumplían las 12 horas a bordo, y todavía nos faltaban unas 4. Y, con la expectación y la emoción a cuestas, era como si quedara el triple.

Madrid. (13-14 Sept.) Tipo 8 am, al desayuno, el primer bocadillo de jamón serrano que mi boca tuvo el gusto de probar. Inolvidable. Recorriendo la ciudad. Museo del Prado. Nuestra pieza de hotel era la más grande; al lado del hotel había una pastelería con bandejas enormes, llenas de dulces, que giraban; el olor era demasiado tentador. Al otro día, ¿al otro día? ¿o a los dos? tantos recuerdos que yo misma me pierdo en mi bitácora. Tipo 12 del día. Aeropuerto. París. (14-18 Sept.) París... uno de mis sueños hecho realidad. Todavía recuerdo la impresión al salir del metro y encontrarme, frente a frente, a L'Arc de Thriomphe. A la Torre. Mierda, estoy en París. Fueron como 3 días, si no me equivoco. Orsay. El Louvre. Esos bagettes gigantes, deliciosos. Aeropuerto. Londres (18-20 Sept.); una vez más mierda, estoy en Londres. Museo de cera. Puente de Londres. Andar en bus rojo de dos pisos. Comprar en el super; tener en mis manos, por primera vez, al Príncipe Mestizo. Y al príncipe de cera, también. Aeropuerto. Italia. Mamma mía. Ojazos verdes por doquier. El Coliseo, que nadie me creyó que lo ví desde el avión. El Vaticano... impactante. Roma (20-23 Sept.), una locura. Ciudad de locos, de gritos y bocinazos. Y de lluvias torrenciales. Florencia (23 Sept.). Venecia (23-24 Sept.). ¿Quién no se enamora de Venecia? Aeropuerto. Madrid (24-25 Sept.) una vez más. Toledo (25 Sept.). Retroceder unos cuantos siglos. Aeropuerto. Y volver a la rutina, después de este stand-by.

Si tuviese que resumirlo en una sola frase: un sueño. Un sueño que extraño, y que añoro mucho. Porque lo estaba soñando hace tiempo, pero es todo tan maravilloso, que de verdad parece como si me hubiese dormido esas dos semanas.

Un sueño que no puedo esperar a realizar nuevamente, lo antes posible. Un sueño que sueño compartir junto a tí.

Sí. Cuando les toque, quedarán peinando la muñeca tanto como yo. Se los doy firmado; por notario, si quieren.


[ Modest Mouse Dark center of the universe ]

4 comentarios:

María Esquitin dijo...

Me ha gustado lo que has escrito, y me ha fascinado la frase: peinando la muñeca. No la había oído nunca, y me ha parecido increiblemente descriptiva. Felicidades por ella. Por cierto, gracias por tu visita a mi blog. Un abrazo.

María Esquitin dijo...
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Anónimo dijo...

Ay, me emocioné...

ramiro.ar dijo...

me gusta tu blog, me gusta tu fotito en el perfil.