Las cajas y cajas de juguetes que llegan cada mañana. La gente que a las 11 de la mañana ya repleta la escalera mecánica en dirección hacia mi piso. Los niños que corren y botan todo. Las colegas desagradables y turbias. Las risas entre los pasillos. Saltar a ordenar lo que sea cuando viene el jefe. Los villancicos, una y otra vez, todo el día, todos los días. Los conocidos. Las propinas a escondidas. Las señoras histéricas que creen que todo es culpa de uno. Las señoras relajadas que compran lo que les pongas delante. Los que no te creen cuando dices que algo está agotado. Los que por cualquier cosa piden hablar con tu jefe. Las visitas sorpresa. Los Pequeño Pony's, la Tienda de animalitos, el High School Musical y los Transformers. Los almuerzos a las tres. Envolver muñecas más altas que yo.
En estas dos semanas que llevo trabajando, creo que lo que más me ha marcado ha sido la repulsión que he empezado a desarrollar por el espíritu navideño. Y no me refiero a los árboles de navidad ni a los adornos, sino a la compulsividad de la gente por comprar estupideces -que no pueden pagar si no es en cuotas- porque sus hijos lo vieron en la tv; esa locura de comprar lo que sea, me enferma el hecho que apenas abrimos la tienda entra la gente con bolsas de otras tiendas que abren más temprano, me enferma que cuando llego a trabajar hay gente esperando en la puerta a que abran la tienda, me desagrada en demasía ese ambiente de cero humanidad pero mucho, mucho materialismo. Estar sumergida en eso todo el día todos los días me ha generado un cambio de switch increíble. Y es que parece que todo cambia cuando lo vemos desde el otro lado. Sólo espero, cuando sea vieja, no andar en las mismas.
En estas dos semanas que llevo trabajando, creo que lo que más me ha marcado ha sido la repulsión que he empezado a desarrollar por el espíritu navideño. Y no me refiero a los árboles de navidad ni a los adornos, sino a la compulsividad de la gente por comprar estupideces -que no pueden pagar si no es en cuotas- porque sus hijos lo vieron en la tv; esa locura de comprar lo que sea, me enferma el hecho que apenas abrimos la tienda entra la gente con bolsas de otras tiendas que abren más temprano, me enferma que cuando llego a trabajar hay gente esperando en la puerta a que abran la tienda, me desagrada en demasía ese ambiente de cero humanidad pero mucho, mucho materialismo. Estar sumergida en eso todo el día todos los días me ha generado un cambio de switch increíble. Y es que parece que todo cambia cuando lo vemos desde el otro lado. Sólo espero, cuando sea vieja, no andar en las mismas.
4 comentarios:
recuerdo que un amigo alguna vez me conto que el 24 en un centro comercial atascado (obviamente) habia tanta gente que su mama le dijo literalmente:
agarra lo que sea y llevatelo.
que necesidad de pasar horas para poder llegar, estacionarse, pagar y envolver algo que nisiquiera quieres o necesitas... simplemente por tener un regalo en navidad...
buuuuuu si en verdad quieres comprar hazlo 2 semanas antes o dias despues... no por hacerlo asi eres malo y no quieres a Jesus...
que por cierto, es la razon de todo esto... no el que 2 niños esten sentados en las piernas de un gordo disfrazado...
te entiendo.
es mas, te mando un regalo pero hasta despues de navidad!
Hola Hola...
Es un gran tema el del crédito, si te interesa el tema podrías leer ese libro de Moulian "Chile actual: Anatomía de un mito" de verdad vale la pena para comprender cómo se ha dado la dinámica de desarrollo económico y dominación social a través del crédito....
Y si, con todo esto de las compras y tal deberíamos hacer lo mismo que Jack pero en lugar de secuestrar a Santa secuestrar a los gerentes de Falabela Paris y Ripley...y cambiar todo por cosas de horror ahhh que buena idea... =)
Animo con eso compatriota linieriana
Gracias Fran por todos tus mensajes... ya cruzaré la cordillera uno de estos días...
L
Liniers no te jotees a mi polola!
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